Hace tiempo que no podía escribir en el blog. Marzo ha sido un mes aciago en cuanto a tiempo libre entre viajes de trabajo y deberes familiares. Esperemos darle remedio en un mes de abril más prolífico. Para ello hoy vamos a empezar con el análisis de una nueva aventura: Juego de damas.
Juego de damas es la aventura que acompaña a la pantalla del director del juego de rol de Alatriste. Alatriste no es precisamente un juego muy popular, cosa que no entiendo demasiado pues se trata de un juego magnífico, pero aún así, tenemos la suerte de que sus aventuras se pueden adaptar con bastante facilidad a otros juegos de ambientación totalmente diferente. En mi caso dirigí Juego de damas adaptada al Canción de Hielo y Fuego de Edge y la verdad es que funcionó muy bien.
Y es que el ambiente de las partidas ambientadas en el siglo de oro de nuestra España no dista tanto como pudiera pensarse con el del Poniente de Juego de tronos. Leyendo esta aventura te encuentras con tramas políticas, viejas rivalidades, personajes que no son lo que parecen, traiciones dentro de traiciones, asesinatos camuflados dentro de una cena de etiqueta y duelos a espada por el honor de los contendientes. Si esto no os cuadra con Canción de Hielo y Fuego venga Dios y lo vea.
Aspectos formales
En el apartado visual la aventura es una joya. Impresión a todo color sobre papel satinado cosido con grapa. Las ilustraciones son hechas específicamente para esta aventura y, aunque no sean nada especialmente particular, si que son resultonas e ilustran bien diferentes momentos importantes de la historia.
Pero si algo destaca especialmente de la aventura ésta es su prosa. La aventura no ha sido escrita por otro más que por el mítico Ricard Ibáñez, autor del Aquelarre y escritor de novela histórica y eso hay que reconocer que se nota. La calidad literaria de la obra es alta y eso es raro en un medio, como es el de las aventuras para juegos de rol, que deben ser pensadas más como herramientas para un director de juego que como una obra literaria al uso. Sin embargo la lectura de Juego de damas es muy amena y Ricard consigue con su pluma transportarte a la época en que sucede la historia.
La ambientación
La partida no innova para nada en este sentido y sitúa la partida en el Madrid del siglo de oro, en la ambientación arquetípica del juego para el que fue creada.
Tampoco es de extrañar que no se quisiese innovar en demasía teniendo en cuenta básicamente que se trataba de la primera aventura oficial del juego y que, si los mentideros no andan errados, El encargo original de la editorial no era otro que el de hacer una serie de aventuras cortas que se desarrollaran en lugares típicos y con personajes no jugadores arquetípicos, de tal forma que se pudieran aprovechar por los directores de juego como recursos recurrentes para sus propias partidas. A fe de Dios que lo consiguieron.
Pero como decía la ambientación no es difícil de exportar. En mi caso lo hice a Canción de hielo y fuego, pero puede hacerse sin demasiado esfuerzo a casi cualquier ambientación de tono medieval en que se mezcle a partes iguales el uso de la espada con las intrigas políticas cortesanas. Veo la aventura fácilmente exportable a mundos como el de Pendragón o incluso Vampiro Edad Oscura.
La historia
Lo describiré en cinco simples palabras: estamos ante una gran historia. Como os supongo personas poco crédulas y que prefieren una explicación algo más pormenorizada, voy a desgranaros el por qué de tal afirmación.
La aventura se desarrolla a partir de un gancho bien simple. de esos que siempre funcionan tan bien en los juegos de rol. Una dama de alta alcurnia reclama la ayuda de nuestros aventureros para recuperar un objeto que le fue robado hace poco. Esta primera toma de contacto con la aventura y la posterior misión de recuperación de dicho objeto es lo único típico que nos encontraremos en la aventura. A partir de ahí se nos van desplegando una selección de escenas de toda índole, desde peleas de taberna, a cenas de etiqueta, pasando por duelos a espadas, asesinatos, etc.
Las escenas cambian de registro, pasando de la investigación a la acción y de ésta a la interacción social con enorme fluidez, sin resultar para nada forzado y eso es algo que me gusta en una partida de este estilo. No hay demasiado combate, no hay demasiada investigación, cada ingrediente está en su justa medida y eso es algo difícil de conseguir y que debe valorarse en su justa medida.
A esto añadimos que la historia no es un simple transcurrir de escenas interesantes, si no que ese transcurrir de escenas lo que nos despliega ante los sorprendidos ojos de los jugadores en una historia bien hilvanada de intrigas políticas, espionaje, viejas rencillas y traiciones. Aderezamos con unos PNJs carismáticos (las dos damas que dan nombre a la partida son una auténtica joya que sin duda apetece reutilizar en aventuras de cosecha propia) y queda una aventura maravillosa, con lacito y todo.
Conclusión
Mirad, sé que no encontraré demasiada gente que juegue a Alatriste, así que por ahí no os voy a intentar convencer. Pero si tenéis el Canción de hielo y fuego, el Pedragón o queréis hacer una partida de tono cortesano con Aquelarre o Ablaneda, juegos que, con la honrosa excepción de Aquelarre, por desgracia no andan sobrados de material jugable, dejaros de prejuicios e id a compraros Juego de Damas, no os arrepentiréis. Es una enorme aventura.
Además, entiendo que Devir en su momento tenía unas altas esperanzas de ventas depositadas en Alatriste que luego no se cumplieron, con lo que hizo una enorme tirada que no logró colocar y que ha estado saldando durante mucho tiempo, así que es más que probable que consigáis encontrar esta joya por cuatro chavos todavía en muchas tiendas y foros de venta de segunda mano. Si la veis hacedme caso y dadle una oportunidad.
Saludos y que vuestro camino sea llano y provechoso.